No Mentirás

El jefe de gabinete, Alberto Fernández, admitió que el Indec «registro un aumento de precios» pero sostuvo que se tiene que dar un «crecimiento sostenido permanente y generalizado de los precios, para que por fin aparezca la inflación.

Desde hace tiempo, que el precio de las verduras no dejan de verduguear el bolsillo del consumidor. El tomate a $12 el kilo y la papa a $3.50, que conforman la lista de alimentos que conforman la canasta básica, no solo aumentaron sino que se vienen manteniendo y sosteniendo con el correr de los meses en todas las provincias de Argentina.

Pasa que Moreno, secretario de Comercio Exterior expresó el concepto de CORE INFLATION, (inflación núcleo) que es una categoría que permite formular un índice provisto de la volatibilidad de algunos precios, los cuales no NO registra ni movimientos del petróleo ni de alimentos.

 La crisis interna causada por la intervención que sufre desde enero de este año , el Instituto Nacional de Estadísticas y censos, con el reemplazo de una funcionaria encargada del sector que mide los precios minoristas significa una alteración de las reglas básicas, que pone en duda su representatividad en el indicador. El Indec, organismo público de carácter técnico, que tiene la tarea de diseñar metodologías, organización y dirección de los operativos de relevamiento de censos y encuestas, elaborando indicadores de orden social y económico, y la crisis de representación luego de que Patricia Jiménez, directora de estadísticas e investigación económica, denunció que el Indec cambió cifras de información correspondientes a Agosto, la cual fue de 3,1% y no de 1,5% como informó dicho organismo nacional, Néstor y Cristina Fernández, navegan hacia las elecciones presidenciales del 28 de octubre,   con tripulantes a los que les paga su deuda en bono los que están atados a la inflación en un barco de descreimiento acelerado, con un riesgo país que es el ancla que amenaza con dispararse.

En un país maltratado por manejos nefastos en la conducción, es imperioso asumir la responsabilidad de la dirección con políticas técnicamente fundamentadas y realista para parar la inflación, y una política económica que mejore su distribución de las riquezas. Terminar con el manipuleo de las instituciones y empezar de una buena vez a vivir en y con la democracia. Para comenzar a creer empecemos por decir la verdad.